El actual presidente y su antecesor se enfrentaron en un debate poco común a cinco meses de las elecciones y con más puntos en común que desacuerdos.

Este jueves se llevó adelante un atípico debate presidencial que enfrentó a un presidente y a un exmandatario para definir quién llevará las riendas del país durante los próximos cuatro años. Más de una vez se vio a Joe Biden (81 años de edad) con la vista perdida y se le escuchó con la voz quebrada en el mano a mano que sostuvo por una hora y media con Donald Trump (78 años de edad), quien se mostró más firme, aunque de manera mesurada en comparación con presentaciones anteriores.

Este fue el primero de los dos cruces previstos -el segundo estará a cargo de ABC News y se realizará el próximo 10 de septiembre- y pese a la longevidad de los participantes, no estuvo exenta de cruces en búsqueda de una ventaja en la paridad que marcan los sondeos. 

Sin embargo, más allá de las controversias, ambos candidatos coincidieron en su aval irrestricto a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino, discutieron del resto del mundo como un ámbito propio y se manifestaron con desprecio hacia los miles de migrantes que cruzan medio continente para llegar a la frontera sur de Estados Unidos (EE.UU.).

Los líderes de los dos partidos mayoritarios del país no se veían desde el 22 de octubre de 2020, días antes de la elección en la que Biden derrotó a Trump; también se recriminaron mutuamente la crisis económica que atraviesa el país y el declive de EE.UU. en su hegemonía mundial. 

A meses de la convocatoria a votación, la dupla fue la única en escena pese a que aún siguen en carrera cuatro candidatos independientes de cara a las presidenciales del próximo 5 de noviembre y, por primera vez desde 1988, la Comisión de Debates Presidenciales fue dejada de lado, un retorno al modelo del siglo pasado, cuando la responsabilidad de organizar el choque caía en las cadenas de televisión.

Un repaso sobre los temas claves en los que se centró el debate y cuáles fueron las posiciones y acuerdos entre quienes se debaten el liderazgo de la Casa Blanca.

Economía

En el debate ambos candidatos exponían sobre una misma situación dos verdades totalmente opuestas. De hecho, los trabajos de las empresas de comprobación de datos detectaron más de 30 mentiras, manipulaciones o tergiversaciones por parte de Trump durante los 41 minutos en los que habló. 

Biden inició su discurso con una crítica a la gestión de su antecesor. «Heredamos de Trump la economía colapsada y una pandemia mal manejada y una inflación del 14 por ciento. Creamos 50.000 nuevos trabajos», dijo.

Trump señaló todo lo contrario al indicar que «tuvimos la mejor economía en la historia del país»; al tiempo que destacó que «ahora nos está matando la inflación. Nosotros dejamos una economía con inflación cero y se mantuvo así durante 14 meses hasta que la economía estalló por culpa de los errores de Biden».

En tanto, el actual mandatario resaltó el otorgamiento por parte de su rival de “dos billones de dólares en recortes de impuestos a los ricos”, algo que fue defendido por Trump al recordar que “cuando recortamos los impuestos, obtuvimos más entradas con mucho menos impuestos y las compañías estaban trayendo millones de millones de dólares devuelto a nuestro país».

Política Internacional

En rasgos generales, ambos mandatarios manifestaron su irrestricto apoyo a Ucrania y a Israel e identificaron en China, Irán y Rusia a sus principales enemigos, mientras que Latinoamérica estuvo totalmente ausente en sus discursos.

Ambos se debatieron quién era más cercano al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y quién había hecho más por la eliminación del movimiento de resistencia palestina, Hamás, y la diferencia más sustancial es que Biden manifestó el deseo de que la agresión israelí finalice y reivindicó sus infructuosos intentos de congeniar una tregua entre los actores, mientras que Trump destacó el hecho de haber reconocido a Jerusalén como la capital de Israel y replicó que Israel es quien quiere seguir con la ofensiva y que deberían llevarla “hasta el final”.

«Déjalos acabar el trabajo. (Biden) se ha vuelto un palestino, pero a los palestinos no les gusta porque es un palestino débil”, manifestó peyorativamente el expresidente.

Trump también recriminó a Biden que “nuestros veteranos no pueden aguantar a este tipo”. “Es el peor comandante en jefe de nuestra historia”, dijo y reiteró sus tesis de que la operación especial rusa en Ucrania y la operación de Hamás se han producido por culpa de que no respetan a Biden y que no hubiera ocurrido nunca con él.

Migraciones, salud pública y aborto

En varios momentos del debate, Trump atacó a Biden con la inmigración. Dijo que los migrantes irregulares que llegan al país se alojan en “hoteles de lujo” mientras los veteranos están en la calle, algo calificado como falso por organismos verificadores e insistió con la criminalización de quienes buscan un futuro en el país norteamericano. “Tenemos una frontera que es el lugar más peligroso de cualquier parte del mundo. Estos asesinos están entrando a nuestro país, están violando y matando mujeres”, declaró.

Por su parte, Biden indicó que al asumir la administración, “nos encontramos en una situación en la que, cuando él era presidente, separaba a los bebés de sus madres, los metía en jaulas y se aseguraba de que fueran las familias separadas. Ese no es el camino correcto a seguir”, aunque no se expidió mucho sobre la temática y prefirió mencionar aspectos del abordaje en salud pública.

«Estamos trabajando para reducir los precios de los medicamentos y asegurar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud asequibles», acotó.

Otro tema abordado durante el encuentro fue el de la interrupción voluntaria del embarazo, al cual Trump, contrario a lo previsto, no se opuso y expresó que «estoy de acuerdo con esa decisión para hacerlo, yo no la voy a bloquear. Yo coloqué a tres grandes jueces en el Tribunal Supremo y ellos votaron a favor de devolver el aborto a los estados».

Toma del Capitolio

Cuando le preguntaron a Trump por el asalto al Capitolio, aseguró que no tuvo nada que ver con lo que pasó aquel día en el que una turba de sus seguidores tomó el Congreso. “El 6 de enero teníamos una gran frontera, independencia energética, la tasa de inflación más baja del mundo y nos respetaban en todo el mundo”, comentó y calificó los acontecimientos, que se saldaron con cuatro muertos y 14 policías heridos, como una “protesta pacífica de patriotas».

Biden también recriminó al magnate los cuatro casos penales y una condena por falsificación de registros comerciales para comprar el silencio de una actriz de cine para adultos durante la campaña de 2016. Acusaciones rechazadas por Trump, quien afirmó ser víctima de una persecución contra su persona.

Con todo, la presentación de Biden se caracterizó por sus titubeos, mostró un lapsus y en más de una oportunidad no pudo concluir una frase. En frente, Trump habló sin pausas, sin contestar a las preguntas que le formularon, con movimientos seguros de sus manos y con énfasis en sus afirmaciones.

Para la corresponsal de teleSUR, Aissa García, «el debate salió peor de los que se esperaba entre quienes buscan a como de lugar un segundo mandato en Estados Unidos, incluso diciendo mentiras. Lo que más predominó fueron los constantes ataques personales».

EN ESTA NOTA: